FLORENCIA, 4 DE JULIO A 9 DE JULIO DE 2016
Este curso, incluido dentro del programa Erasmus
+, que ha llevado a cabo el IES Aljanadic, se realizó en Florencia, en el
verano de 2016. Tuvo una duración de seis días, con cinco sesiones presenciales
en la escuela “EURO PASS CENTRO STUDI EUROPEO” y una última actividad que
consistió en un tour por la zona de La Toscana.
En el curso participaron otros seis profesores
más: dos profesoras finlandesas, una belga, dos profesores rumanos y un
profesor de Cracovia. Fue impartido por dos profesoras italianas, Susan Galiano
e Ilaria Barbieri, ambas trabajadoras de la escuela pública italiana aunque
actualmente trabajaban para esta escuela privada dedicada a la formación del
profesorado.
El título del curso era “A SATISFYING SCHOOL
EXPERIENCE” y básicamente trataba sobre cómo motivar al alumnado para que su
aprendizaje fuera realmente significativo. En mi opinión los contenidos del
curso fueron interesantes pero más interesante aún fue compartir experiencias
con profesores de otros países y sobre todo aprender, en la medida de lo
posible, de aquello que funciona en otros lugares.
En la primera sesión nos hablaron de cómo el comportamiento
y el aprendizaje están relacionados y nos mostraron que en la escuela el
profesor es la persona más importante para el aprendizaje del alumno, es decir “el
profesor es la herramienta más importante del profesor”. Nos explicaron en que
consiste el síndrome de “Bournout” y
cuáles son los signos que alertan de ello. Entre las causas que lo pueden originar están: la falta de
preparación adecuada para tratar problemas de disciplina o comportamiento, la
falta de autonomía que muchos profesores sienten que tienen, el escaso apoyo,
los conflictos interpersonales que perciben los profesores o la monotonía en el
trabajo. Como posible solución se propone al profesorado reflexionar sobre el
propósito que le llevó a dedicarse a la enseñanza, reconectar y perseverar con
estos propósitos para afrontar el trabajo. Es importante estar alerta a los signos
de alarma, como también lo es ayudar en la medida de lo posible a los
compañeros que los presenten. Algunos signos de alarma pueden ser: sentirse decaído
y sin energía, pensar siempre negativamente sobre el trabajo, enfadarse o
irritarse fácilmente por pequeños problemas o con compañeros, no sentirse
entendido o apreciado por los compañeros, sentir que no tienes a nadie con
quien hablar acerca del problema, sentirse presionado, sentir que no estás en
el lugar correcto o el trabajo correcto o sentir que la administración o la
burocracia impide que puedas realizar un buen trabajo. En muchas ocasiones la
solución a estos problemas puede encontrarse en crear ambientes positivos y de
apoyo en la escuela, donde los profesores sean tratados como profesionales y
tengan la oportunidad de colaborar, resolver problemas y sentirse necesitados.
No es cuestión de que los profesores se conviertan en superhéroes, pero los
alumnos necesitan que sus profesores estén comprometidos y luchen por ellos.
Cuando las condiciones del profesorado son malas, la calidad de la enseñanza
tiende a ser peor y los niños sufren las consecuencias en última instancia. Así
el “síndrome del profesor quemado” pasa a ser también el “síndrome del alumno
quemado”.
En otra sesión hablamos sobre cómo ser un buen
profesor y sobre motivación. Principalmente destacar que, más que cualquier
otro recurso el profesor es la herramienta más importante en el proceso de
enseñanza y aprendizaje, por lo que es muy importante aprender a ser creativo,
para lo que existen multitud de actividades y recursos. Es difícil que los
niños aprendan de quien no les gusta. Además no se puede enseñar lo que no se
tiene o no se es, no puede haber un aprendizaje significativo si no hay una
relación significativa. Es decir el profesor debe ser una persona significativa
para el alumno.
En cuanto a la motivación de los alumnos, ya
sabemos que existen dos tipos: la motivación intrínseca y la motivación
extrínseca. Evidentemente es mucho mejor la motivación intrínseca, puesto que es
la que el alumno verdaderamente interioriza. La motivación intrínseca lleva
implícita el gusto por los estudios o por lo que se está trabajando, un sentido
de la importancia y consecuencias que esto tiene para la vida y para el mundo.
Los alumnos que están intrínsecamente motivados pueden decir cosas como las
siguientes: “la literatura me interesa”, “aprender matemáticas puede ayudarme a
pensar más claro” o “me siento bien cuando me va bien en la escuela”. La
motivación intrínseca tiene larga duración y se potencia por uno mismo. Los
esfuerzos para crear este tipo de motivación se centran en el aprendizaje del
alumno y no en la recompensa o castigo.
La motivación extrínseca incluye la recompensa de
los padres, las expectativas de otras personas y se puede reconocer en frases
como las siguientes: “necesito tener sobresaliente para entrar en tal carrera”,
“si suspendo química no iré a mi viaje en verano” o “mis padres me regalarán
algo si apruebo”. La motivación extrínseca produce rápidamente cambios en el comportamiento
que a menudo no conllevan grandes esfuerzos o preparación, sin embargo distrae
a los niños del verdadero motivo del aprendizaje. Produce cambios que duran muy
poco y las recompensas cada vez han de ser mayores.
Si bien es mucho más fácil conseguir la motivación
extrínseca, la intrínseca proporciona mejores resultados y tiene efectos a
largo plazo. El profesor puede motivar a sus alumnos si él está motivado.
En otra sesión hablamos sobre comunicación,
escucha activa, relaciones con la familia y técnicas para tratar con alumnos
con problemas de comportamiento.
Particularmente, me parecieron muy interesantes
las aportaciones de las profesoras finlandesas sobre su sistema educativo.
Algunas de ellas fueron las siguientes:
-
Tienen
una asignatura llamada “Home economys”, de tres horas a la semana durante un
año, en la que los alumnos aprenden cuestiones relativas a la organización de
la vida en el hogar (cocinar, coser, planchar, economía doméstica, etc.).
-
Los
alumnos se mueven libremente en las clases, que son espaciosas e incluyen su
propia biblioteca. Pueden salir al servicio sin pedir permiso, ellos mismo se
regulan y ordenan.
-
En
Finlandia todo lo relativo a la educación es gratis: transporte, comida,
libros, material, etc. En el aula todo el material es compartido, lo que crea
un sentido de la responsabilidad.
-
Asisten
a clase treinta horas a la semana, y tienen poca tarea para casa. Las clases
duran cuarenta y cinco minutos y tienen un recreo de cincuenta minutos en el
que está incluida la comida.
-
Consideran
muy importante dar autonomía a los alumnos obteniendo con ello muy buenos
resultados.
En contra posición nos encontramos con el sistema
educativo rumano, donde asisten a clase
32 horas a la semana en Secundaria y tienen mucha tarea para casa. A pesar de
parecer que trabajan más los resultados que se obtienen son peores.
ELIZABETH VENEGAS LEON
Profesora de matemáticas del
IES Aljanadic de Posadas (Córdoba).
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