lunes, 30 de enero de 2017

MOVILIDAD DE LA PROFESORA ELIZABETH VENEGAS LEÓN

FLORENCIA, 4 DE JULIO A 9 DE JULIO DE 2016

Este curso, incluido dentro del programa Erasmus +, que ha llevado a cabo el IES Aljanadic, se realizó en Florencia, en el verano de 2016. Tuvo una duración de seis días, con cinco sesiones presenciales en la escuela “EURO PASS CENTRO STUDI EUROPEO” y una última actividad  que  consistió en un tour por la zona de La Toscana.
En el curso participaron otros seis profesores más: dos profesoras finlandesas, una belga, dos profesores rumanos y un profesor de Cracovia. Fue impartido por dos profesoras italianas, Susan Galiano e Ilaria Barbieri, ambas trabajadoras de la escuela pública italiana aunque actualmente trabajaban para esta escuela privada dedicada a la formación del profesorado.
El título del curso era “A SATISFYING SCHOOL EXPERIENCE” y básicamente trataba sobre cómo motivar al alumnado para que su aprendizaje fuera realmente significativo. En mi opinión los contenidos del curso fueron interesantes pero más interesante aún fue compartir experiencias con profesores de otros países y sobre todo aprender, en la medida de lo posible, de aquello que funciona en otros lugares.
En la primera sesión nos hablaron de cómo el comportamiento y el aprendizaje están relacionados y nos mostraron que en la escuela el profesor es la persona más importante  para el aprendizaje del alumno, es decir “el profesor es la herramienta más importante del profesor”. Nos explicaron en que consiste el síndrome de  “Bournout” y cuáles son los signos que alertan de ello. Entre las causas que lo  pueden originar están: la falta de preparación adecuada para tratar problemas de disciplina o comportamiento, la falta de autonomía que muchos profesores sienten que tienen, el escaso apoyo, los conflictos interpersonales que perciben los profesores o la monotonía en el trabajo. Como posible solución se propone al profesorado reflexionar sobre el propósito que le llevó a dedicarse a la enseñanza, reconectar y perseverar con estos propósitos para afrontar el trabajo. Es importante estar alerta a los signos de alarma, como también lo es ayudar en la medida de lo posible a los compañeros que los presenten. Algunos signos de alarma pueden ser: sentirse decaído y sin energía, pensar siempre negativamente sobre el trabajo, enfadarse o irritarse fácilmente por pequeños problemas o con compañeros, no sentirse entendido o apreciado por los compañeros, sentir que no tienes a nadie con quien hablar acerca del problema, sentirse presionado, sentir que no estás en el lugar correcto o el trabajo correcto o sentir que la administración o la burocracia impide que puedas realizar un buen trabajo. En muchas ocasiones la solución a estos problemas puede encontrarse en crear ambientes positivos y de apoyo en la escuela, donde los profesores sean tratados como profesionales y tengan la oportunidad de colaborar, resolver problemas y sentirse necesitados. No es cuestión de que los profesores se conviertan en superhéroes, pero los alumnos necesitan que sus profesores estén comprometidos y luchen por ellos. Cuando las condiciones del profesorado son malas, la calidad de la enseñanza tiende a ser peor y los niños sufren las consecuencias en última instancia. Así el “síndrome del profesor quemado” pasa a ser también el “síndrome del alumno quemado”.
En otra sesión hablamos sobre cómo ser un buen profesor y sobre motivación. Principalmente destacar que, más que cualquier otro recurso el profesor es la herramienta más importante en el proceso de enseñanza y aprendizaje, por lo que es muy importante aprender a ser creativo, para lo que existen multitud de actividades y recursos. Es difícil que los niños aprendan de quien no les gusta. Además no se puede enseñar lo que no se tiene o no se es, no puede haber un aprendizaje significativo si no hay una relación significativa. Es decir el profesor debe ser una persona significativa para el alumno.
En cuanto a la motivación de los alumnos, ya sabemos que existen dos tipos: la motivación intrínseca y la motivación extrínseca. Evidentemente es mucho mejor la motivación intrínseca, puesto que es la que el alumno verdaderamente interioriza. La motivación intrínseca lleva implícita el gusto por los estudios o por lo que se está trabajando, un sentido de la importancia y consecuencias que esto tiene para la vida y para el mundo. Los alumnos que están intrínsecamente motivados pueden decir cosas como las siguientes: “la literatura me interesa”, “aprender matemáticas puede ayudarme a pensar más claro” o “me siento bien cuando me va bien en la escuela”. La motivación intrínseca tiene larga duración y se potencia por uno mismo. Los esfuerzos para crear este tipo de motivación se centran en el aprendizaje del alumno y no en la recompensa o castigo.
La motivación extrínseca incluye la recompensa de los padres, las expectativas de otras personas y se puede reconocer en frases como las siguientes: “necesito tener sobresaliente para entrar en tal carrera”, “si suspendo química no iré a mi viaje en verano” o “mis padres me regalarán algo si apruebo”. La motivación extrínseca produce rápidamente cambios en el comportamiento que a menudo no conllevan grandes esfuerzos o preparación, sin embargo distrae a los niños del verdadero motivo del aprendizaje. Produce cambios que duran muy poco y las recompensas cada vez han de ser mayores.
Si bien es mucho más fácil conseguir la motivación extrínseca, la intrínseca proporciona mejores resultados y tiene efectos a largo plazo. El profesor puede motivar a sus alumnos si él está motivado.
En otra sesión hablamos sobre comunicación, escucha activa, relaciones con la familia y técnicas para tratar con alumnos con problemas de comportamiento.
Particularmente, me parecieron muy interesantes las aportaciones de las profesoras finlandesas sobre su sistema educativo. Algunas de ellas fueron las siguientes:
-        Tienen una asignatura llamada “Home economys”, de tres horas a la semana durante un año, en la que los alumnos aprenden cuestiones relativas a la organización de la vida en el hogar (cocinar, coser, planchar, economía doméstica, etc.).
-        Los alumnos se mueven libremente en las clases, que son espaciosas e incluyen su propia biblioteca. Pueden salir al servicio sin pedir permiso, ellos mismo se regulan y ordenan.
-        En Finlandia todo lo relativo a la educación es gratis: transporte, comida, libros, material, etc. En el aula todo el material es compartido, lo que crea un sentido de la responsabilidad.
-        Asisten a clase treinta horas a la semana, y tienen poca tarea para casa. Las clases duran cuarenta y cinco minutos y tienen un recreo de cincuenta minutos en el que está incluida la comida.
-        Consideran muy importante dar autonomía a los alumnos obteniendo con ello muy buenos resultados.
En contra posición nos encontramos con el sistema educativo rumano,  donde asisten a clase 32 horas a la semana en Secundaria y tienen mucha tarea para casa. A pesar de parecer que trabajan más los resultados que se obtienen son peores.

ELIZABETH VENEGAS LEON

Profesora de matemáticas del IES Aljanadic de Posadas (Córdoba).

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